Ciencia y medioambiente se caen de la agenda
Periodistas advierten de que la información científica y ambiental hay que promoverla porque es fundamental para el avance de la sociedad

Foto: Greenpeace
Fuenlabrada | José Luis Blanco.- “Sabemos cuando estamos cayendo por una escalera, pero no sabemos si nos vamos a matar. Los datos de temperatura desde los noventa suben año tras año. Científicamente hay incertidumbres y la del cambio climático es una de ellas, pero hay que comunicarla”. Lo dice el director de la empresa de comunicación de la ciencia y el medio ambiente Divulga, Ignacio Fernández Bayo. Él es uno de los directores, junto al profesor Pablo Francescutti, en el IX Taller de Periodismo Científico y Ambiental, que se celebra hasta el 23 de abril en la Universidad Rey Juan Carlos. Su objetivo: conseguir que haya contenidos informativos relativos a estas disciplinas con rigor, veracidad e independencia.

Este profesional de la comunicación pone un ejemplo de periodismo científico y ambiental de gran calado, que es el cambio climático, en el que es difícil hacer afirmaciones. “No hay un modelo del funcionamiento del clima y hay sensacionalismo al respecto, pero hay consenso en algunas cosas. Las predicciones hacia el futuro son endebles”. “Hay que aprender a comunicar las incertidumbres, sin apartarse de las reglas del periodismo”. Como ejemplo está Fukushima. “En ocasiones se hacen alarmismos para vender más, que, a veces, provienen del científico”. “Hay que desconfiar del exitismo del científico cuando nos quiere vender la moto”.

El medio ambiente afecta directamente a las personas, por lo que la directora de la Asociación de Periodistas de Información Ambiental, Clara Navío, considera que “los medios de comunicación no pueden considerar la información como un negocio”. La Declaración de Estocolmo sobre el Medio Ambiente Humano de 1972 obliga a los Estados a proteger el medio ambiente y le otorga el derecho a la opinión pública a tener información adecuada para tomar decisiones libres.

“No hay réditos a corto plazo con la información ambiental, que es incómoda porque cuestiona el estilo de vida actual”, dice Navío.

Al hacer información hay que explicar y divulgar para que sea fácil comprenderla cuando es compleja. Y en este sentido, las ONG, las Administraciones, los científicos y las empresas han de ser fuentes fiables, si no el trabajo del periodista carece de sentido.

La coordinadora de la agencia SINC, Pampa García, tiene un lema: “Promover la información científica con rigor”. Según afirma, la ciencia es noticia, interesa a la gente y la cultura científica hace más libres a los ciudadanos. La información debe ser comprensible y amena, y los científicos han de explicar qué hacen con el dinero público. “La cultura sin ciencia no es cultura”, sentencia.

Cambio climático, energías renovables, I+D+i, la eficiencia energética, biodiversidad, gestión de los residuos, gases de efecto invernadero, Kyoto, derechos de emisión, calentamiento global, eran términos que no comprendía el ciudadano, pero que, gracias a los periodistas científicos y ambientales, han pasado a ser cotidianos. “El progreso es gracias a los avances científicos y estos son fundamentales para entender cómo funciona la sociedad”, indica García.

La ciencia genera cambios en la sociedad y las noticias científicas deben de ser contadas desde diferentes puntos de vista, pero la coordinadora de SINC lamenta que la ciencia siempre se quede a la cola en una redacción y suela caerse de la publicación. Su agencia es un buen camino para llegar a los medios generalistas y estos tienen confianza en ella, que trabaja para que periodismo y ciencia se conjuguen y puedan llegar al público.

Las pautas estándar de las noticias no funcionan para la ciencia y con Internet no hay límite de palabras. Para Pampa García, los científicos suelen quejarse de los títulos, de las declaraciones coloquiales, las implicaciones sensacionalistas, hacen prohibiciones y no consienten los errores. Bayo recomienda que hay que preguntar cosas elementales y estar seguro de lo que se escribe.

Navío dice que la crisis ha afectado a esta especialización y que muchos periodistas han tenido que reconducir su carrera hacia el autoempleo y freelance. “Hay desencanto en las carreras y se busca otra formación, como científicos que no encajan en la investigación y quieren escribir”, añade Bayo. También dice que las salidas profesionales no son muy halagüeñas, porque “un periodista científico no se forma en cuatro semanas ni en un máster”.

Decálogo del divulgador de la ciencia:

1. Pondrá al alcance de la mayoría la sabiduría.
2. Difundirá hallazgos y descubrimientos.
3. Sin ciencia no hay avance. Unidad armoniosa.
4. Combatirá la desconfianza. Irá más allá.
5. Tratará de crear conciencia pública de la necesidad de la ciencia.
6. La ciencia es una empresa colectiva.
7. La investigación es un acto de sabiduría, razón e ilusión.
8. Denunciará la superchería de la falsa ciencia.
9. Tratará la ciencia con respeto pero con familiaridad. Humanizará la ciencia.
10. Se presentará del modo más sugestivo posible. Actual, interesante, directo y sencillo.

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