Carlos Garrido | director del informativo '24 horas' de RNE
"La idea de un ERE ahora en RTVE es impensable pero las cosas son impensables hasta que se piensan"

El director y presentador de los informativos '24 horas' de RNE
Fuenlabrada | José Luis Blanco.- El director y presentador de los informativos ‘24 horas’ de Radio Nacional de España (RNE), Carlos Garrido, incide en que el objetivo de todo periodista es “la objetividad”. En una entrevista concedida a ‘AulaSur’ dice que hay que separar información de opinión, además de apostar por la pluralidad de ideas. Garrido, cuyas tertulias tratan la economía y la política, indica que los medios de comunicación públicos se han nutrido siempre de profesionales muy bien preparados. Niega con rotundidad que en el ente público se trate la información sin imparcialidad y respecto al informe del consejo de Europa sobre este asunto pide que los responsables sean más objetivos y elaboren los informes basándose en criterios más fundamentados.

P. ¿Qué valoración hace de estos meses al frente del informativo ‘24 horas’?
R. Es un período apasionante. Pero el hecho informativo siempre es apasionante. Es enormemente gratificante. Me he encontrado con la audiencia de un programa tan importante como ‘24 horas’, con una audiencia tan consolidada y tan fiel a RNE en un programa que tan bien han llevado mis antecesores. Haber heredado esa audiencia o incluso, en este caso, según el último Estudio General de Medios (EGM), haber contado con 87.000 oyentes más, me parece apasionante. Estoy rodeado de un muy buen equipo de profesionales en el informativo de ’24 horas’ y, por supuesto, de todas las áreas de la redacción central de informativos de RNE, con sus corresponsales. Y además, con la cantidad de información que tenemos a diario. Porque si nos vamos dos años atrás, cinco, diez o quince, hay que reconocer que estamos en un momento importante. Sería fenomenal que en este período en el que estoy pudiéramos contar a los oyentes, además de todo lo que hemos contado: “Está creciendo España, el producto interior bruto (PIB) empieza a subir y está comenzando a haber empleo”. Sería una noticia fantástica.

P. ¿Cómo se siente personalmente como director de los informativos de ‘24 horas’?
R. Siempre que se dirige un equipo es una responsabilidad importante y hay que hacerlo siempre con exquisitez, con mucho cuidado, pensando siempre en el medio en el que estás, sabiendo que tienes que transmitir credibilidad e informar objetivamente, que tienes que trasmitir esa pluralidad, como es la sociedad española. Es un reto y una responsabilidad enorme que excita al periodista para intentar ser cada día mejor, para contarlo de una forma cercana e intentar dar ese toque personal, que poco a poco va captando oyentes. Pero sobre todo lo que hay a la hora de dirigir un informativo como este es ese sentido de la responsabilidad, saber que donde estás embarcado es algo serio. Esto es RNE. Esto es primera división. Responsabilidad al máximo.

P. ¿Qué frase utilizaría para atraer al oyente a RNE?
R. La radio pública es la radio que hacen profesionales de distintas ideas pero todos muy bien preparados y, por tanto, lo que sale a antena diariamente, es una radio plural, profesional, con información contrastada y contada con toda la profesionalidad que tiene el sello  de Radio Televisión Española (RTVE).

P. ¿Qué reto supone pasar de los programas de entretenimiento a dar información en RNE?
R. A lo largo de mi carrera profesional he estado en los dos lados: entretenimiento y entretenimiento más información. En el programa de la mañana no era el director pero sí era el redactor jefe. En el programa informativo, en ’24 horas’, trato de dar un toque de cercanía al oyente y que haya una complicidad dentro de lo posible en un programa de este tipo, es decir, un acercamiento en la franja horaria de la noche. Sé que hay mucha gente que nos escucha desde el coche cuando regresa a casa y muchos desde la almohada. El reto es muy importante. Hay que tener en cuenta que RNE es una radio pública y esto no se debe olvidar. El reto es informar de la forma más plural posible y se intenta que cada noche el programa sea así, en el que tengan cabida todas las opiniones. Separamos claramente lo que es información de opinión a lo largo de las dos tertulias que emitimos: una económica y otra política. Es aquí donde los tertulianos vierten su opinión. La objetividad, la credibilidad, es lo que nos guía todas las noches.

P. En su programa se trata la economía y la empresa. ¿Qué puede aportar una radio generalista en un terreno que hasta ahora le había sido ajeno?
R. La economía es algo que está presente en el día a día de todos los españoles, de todos los europeos y, en definitiva, de todo el mundo. Hasta ahora no había una tertulia como tal, pero en tertulias políticas sí se daban pinceladas sobre este tema. Ahora que la economía está en el programa todos los días, de lunes a viernes, es un reto atractivo, que los oyentes lo reciben gratamente, porque se informa de lo que habitualmente nos toca el bolsillo. Se habla de microeconomía, se habla de empresa y, por supuesto, de datos macroeconómicos, que al final se transforman en microeconómicos porque nos afectan directamente. A mí me parece imprescindible, no solo en este tiempo, sino en cualquier momento. La economía es algo que tiene que estar presente en el mundo de la información y más en este momento.

P. ¿La radio puede ser un estímulo para superar la crisis?
R. Si podemos estimular a mejorar la situación, mejor. Pero la pretensión de la información es dar el dato tal y como es. En la tertulia cada uno lo ve desde un punto de vista o desde una ideología. Si de esos datos y de las opiniones de los participantes, la gente se forma un criterio con esa información y si ese criterio es ligeramente más positivo, pues bien. En la economía intervienen muchos parámetros, pero seguro que en el momento en el que todos pensemos que la economía va un poco mejor, irá mejor. Si logramos que la gente se sienta ligeramente más optimista, fenomenal. La economía no es una línea recta, sino que tiene subidas y bajadas. Pero desde luego no somos negativos al 100% ni positivos al 100%. Contamos el hecho informativo, contamos el dato económico, pero si vemos que hay una ligera posibilidad de que haya un dato, una luz al final, evidentemente lo contamos.

P. ¿Qué ‘feedback’ obtiene de la audiencia con su información económica?
R. El cómputo que barajo en este momento es del informativo al completo. Desde que comenzamos a las 20.00 horas hasta que acabamos a las 00.00 horas. Tenemos 406.000 oyentes y son 87.000 más que en la oleada anterior del mismo período de tiempo. Quiere decir que hemos mejorado en esa cifra en el último  EGM, que además era el primero que abarcaba la audiencia con nuevo director y nuevo presentador, que soy yo. Estoy encantado de haber incrementado la audiencia. Estoy absolutamente convencido de que la franja económica hace subir a la audiencia, porque es una información que el oyente demanda, más en este momento.

P. ¿Cuál es el perfil de los analistas que participan en su programa?
R. Tenemos periodistas de distintos medios de comunicación, directores de ‘El Economista’, la de ‘El Nuevo Lunes’ o la redactora jefe de ‘Expansión’. En la tertulia política tenemos a los directores de ‘ABC’, ‘20 Minutos’, ‘El Periódico de Cataluña’ y ‘La Vanguardia’, y al presidente de la ‘Agencia EFE’. Cuando se elige a los contertulios se elige a gente que comunique bien y de todo el espectro ideológico. Es un reto porque somos una radio pública y porque para que una tertulia quede equilibrada hay que tener ese equilibrio de opiniones. Curiosamente, en la tertulia económica, aunque ponemos dos opiniones enfrentadas, en muchas ocasiones no hay tanta discrepancia, porque el dato económico a veces es más complejo, aunque también tiene una carga ideológica, pero en muchas ocasiones coinciden. En cualquier caso, todas las noches buscamos equilibrio y diversidad de opiniones, lo que significa un reto. Además de periodistas, sobre todo en el debate económico, tenemos a profesionales, como economistas, profesores del IE Bussines School o el director general de Estudios Económicos.

P. ¿Qué opinión le merecen las fusiones de emisoras privadas de radio?
R. Creo que obedecen a una forma de subsistir. La crisis económica es realmente profunda en muchos sectores. El sector de la construcción ha tenido una crisis tremenda y a la par o después de éste se encuentra el sector de los medios de comunicación. Cuando hay una crisis económica profunda como la actual, la publicidad desaparece de forma rapidísima y exponencial. Los medios de comunicación privados se sostienen con la publicidad y al haber menos la crisis es enorme.

P. ¿Qué va a suceder con la audiencia de las emisoras que se han fusionado o han sido absorbidas por otras?
R. Esto es imprevisible. La audiencia es enormemente inteligente en España. Habrá audiencia que cuando a través de ese poste le aparece otra programación de otra emisora totalmente distinta, se va a quedar ahí. Va a explorar a ver qué cuentan en ese medio, quién y cómo se lo cuenta. Pero como ahora con apretar un botón se cambia de emisora, la gente hará ‘zapping’, comparará, verá y decidirá con qué se queda. Pero evidentemente debe haber un reparto de audiencia. Estas audiencias irán a donde encuentren una programación similar a la que escuchaban. Al final, el oyente es libre y siempre decide bien.

P. Debido a la crisis económica global y en particular en la que afecta a los medios, ¿puede haber nuevos despidos en RTVE?
R. En este momento, tal y como está la situación del país, no creo que haya en mente ningún expediente de regulación de empleo (ERE). Llevo 28 años en RTVE y ha habido varios a lo largo del tiempo. Se hacía para aligerar plantilla, para que entrara gente joven. La idea de que haya un ERE ahora en RTVE es impensable. En el último que hubo en esta casa algunos trabajadores que superaban los 52 años decidieron marcharse. Hay gente con esa edad que era muy valiosa pero decidieron irse voluntariamente. Otros han decidido quedarse, que son los menos. Ha entrado savia nueva y siempre es bienvenida. Se descapitaliza la empresa. Al final, siempre es un equilibrio entre gente que se va, gente que se queda y gente nueva. Un ERE es impensable en RTVE. Pero las cosas son impensables hasta que se piensan. Carezco de ninguna información, ni siquiera de rumorología.

P. ¿Qué opina del informe del Consejo de Europa sobre la falta de imparcialidad de los informativos de TVE?
R. No sé a qué período se refiere el informe. La gente que, con todo mi respeto, elabora ese tipo de informes debería utilizar internet para escuchar más qué es lo que sale a través de la radio y la televisión pública. Niego absolutamente que lo que salga a través de la televisión pública o de la radio pública no sea imparcial. Creo que es medible objetivamente.

P. ¿Trabajan sin condicionantes?
R. Trabajamos con total libertad. Voy a dar un dato que es importante que lo conozcan los lectores e incluso el Consejo de Europa. En televisión española, a 20 de marzo, hay 100 directores externos. El 100% de estos ya estaban en la etapa anterior. Esto no indica nada o deja de indicar, pero algo indica. En cualquier caso, es un informe totalmente subjetivo el que ha hecho algún miembro del Consejo de Europa. Creo que para elaborar ese tipo de documentos deberían ver más y escuchar más la radio televisión pública española. Cuando menos, un criterio más objetivo.

P. ¿Qué consejo le da a un estudiante de periodismo?
R. La objetividad es fundamental en nuestra profesión. No existe la objetividad al 100%. No existe desgraciadamente. No se puede hacer de ninguna forma. Los profesionales no somos máquinas y no tenemos un programa que diga esta línea y solo ésta. Pero evidentemente siempre, aunque todos tenemos nuestra subjetividad y nuestra idea de un tema, nunca podemos perder el norte. Hay que tener como estrella Polar el hecho de que hay que hacer una información plural en cualquier medio que trabajes.

P. ¿Y consultar los medios?
R. Un periodista debe leerse todos los días todos los periódicos. Es imprescindible. El periodismo abarca muchas cosas: política, economía o deporte. Debe estar informado de todo lo que sucede. Realmente un periodista debe ser un humanista, alguien que controla de muchos temas, desgraciadamente no de todos en profundidad, pero sí de todos de una manera media. Si alguno le interesa especialmente, ha de profundizar al máximo. También es necesario mucho trabajo, porque esta profesión no son dos horas diarias, ni cuatro. Son 12 o 14. No estamos nada alejados de lo que es un albañil, por las horas de trabajo y por la crisis que estamos padeciendo. Hay que currárselo y ponerse el mono y trabajar todos los días.

P. ¿Cómo conjuga vida profesional y vida personal?
R. Se mezclan todos los días. Es un programa que dura cuatro horas, que empieza a las 20.00 horas y acaba a las 00.00 horas, pero a las 15.00 como muy tarde ya estamos todos sentados preparando y redactando la información que va a salir al aire. Desde esa hora hasta las 00.30, estás pendiente de lo que sucede, de contarlo. Por la mañana también se entremezcla, porque te levantas temprano y oyes a Manolo HH y otras emisoras, miras los digitales, los diarios de papel y, ¡atención!, porque a las 13.00 Alejandro Alcalde hace un avance de lo que va a ser su ‘Diario de las 2’ a las 14.00. Incluso entras en el ‘podcast’ de la emisora en Radio 5 si ha habido una entrevista porque no te ha dado tiempo a escucharla o te metes en el ‘podcast’ de otras emisoras a ver qué han contado. Estás todo el día liado. El fin de semana pasa más de lo mismo: miras la televisión a ver con qué ha abierto el telediario, escuchas en la radio los programas de fin de semana, lees la prensa. Al final se mezcla, pero también hay momentos para la vida privada.



“Europa exige una serie de condicionantes que probablemente hacían mucha falta a la economía”

P. Ante la crisis de Chipre, ¿cómo informaría a los españoles de que tienen que hacer frente a la deuda como se ha planteado en ese país?
R. Nosotros estamos pagando ya la deuda. Estamos pagando un dispendio que se ha hecho en otros momentos porque había más dinero en toda la economía capitalista. España, como un país más que disfrutaba de esa economía gastaba más dinero. Naturalmente esto es como una familia o una comunidad de propietarios. Si se gasta mucho lo tienen que pagar los propietarios. No lo van a pagar los dueños de la casa de al lado. Y si estos o el banco tienen que dejar dinero, evidentemente te van a cobrar unos intereses. Bien es cierto que hay que elegir cuál es el banco al que vas, qué banco te presta dinero, cuánto tiempo tienes para devolverlo, cuántos intereses te cobra. En este caso Europa es Europa y es el club al que pertenecemos. No sé si afortunada o desafortunadamente, desde el corazón de Europa exigen una serie de condicionantes que probablemente hacía mucha falta. Esto es un tema de salud económica. No podemos, como hicimos en 2011, cerrar el año con un déficit del 9,4%. Eso es insostenible. Y esto es lo que hace que tengamos que pagar vía impuestos, vía bajada de sueldos. De una forma o de otra se está pagando.

P. ¿Cómo afecta a la Unión Europea el caso de Chipre?
R.. Europa es un club muy interesante pero que todavía no está unificado. Es un club de muchos intereses. A ver qué se hace para que ese sentimiento europeísta no desaparezca en los pueblos europeos, porque entonces tendríamos todos un grave problema. Si a la gente se le aprieta mucho, pierde ese sentimiento y no es bueno. Para competir con otras economías como la de Estados Unidos o como Asia, con la que probablemente nos llevaremos una sorpresa, Europa tiene que ser un pueblo de peso. Es muy complicado explicar acuerdos como al que llegó la Troika respecto a Chipre. No se puede ver a los dirigentes como unos enemigos. Entonces desaparecerá ese sentimiento y será muy negativo.

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