Sindicato de Estudiantes: “Nuestra democracia, por supuesto, no es real”

Marina Mata, Jesús Serrano y Alejandro Gallego
Fuenlabrada | José Luis Blanco.- “El Parlamento es un órgano de gestión de los intereses de los bancos y las empresas” afirman los miembros del Sindicato de Estudiantes Marina Mata, Jesús Serrano y Alejandro Gallego que han participado en las Jornadas Marxistas en la Universidad Rey Juan Carlos. El marxismo, como alternativa al capitalismo, es el eje fundamental de las propuestas que se han expuesto en estos encuentros a los alumnos. Una de sus intenciones es la de detener la reforma educativa planteada por el ministro de educación José Ignacio Wert. Los tres integrantes del sindicato han remarcado la falta de información de la sociedad sobre las ideas que ellos presentan.


Pregunta. ¿Cuál era el propósito de estas jornadas?
Respuesta. No solo es un propósito académico de contar la historia, sino de dar nuestra perspectiva marxista para analizar los hechos y relacionarlos con la actualidad para sacar unas conclusiones. Lo que planteamos es que situaciones que se vieron en el pasado se van a volver a vivir y, por eso, es necesario analizar la historia. En este caso, la del movimiento obrero, para aplicarlo a la actualidad y evitar que se repitan los errores y conocer cuáles fueron los aciertos.

P. ¿Cuál ha sido la respuesta de los alumnos?
R. Hemos conseguido una buena respuesta, hemos admitido unos 80 alumnos. No pensamos que iba a ser tan grande. Cuando vimos que nos llegaban más correos pedimos un aula más grande.

P. ¿Los alumnos han participado activamente?
R. Hay un porcentaje bastante alto de los asistentes que se han interesado y nos han preguntado dudas, cuestiones o, sencillamente, comentan algo sobre la jornada. Ha habido una actitud positiva en las jornadas.

P. ¿Los jóvenes conocen las ideas marxistas?
R. El sistema capitalista en el que vivimos nos impide conocer las ideas de Marx o de Engels. La Revolución Rusa, Lenin, la historia de la Unión Soviética y las ideas comunistas no se conocen porque el sistema en el que vivimos ha cercado éstas para que no podamos acceder a ellas. Lo que quieren es censurarlas. Es difícil que un joven o una persona mayor que no tenga una motivación real o se interese puedan acceder a este material.

P. En la actualidad, en China existe el comunismo y hay represión, es una dictadura: ¿qué cogemos y qué eliminamos de ese sistema?
R. China, estrictamente, no es un estado socialista. Tiene economía planificada, pero eso ya lo planteaba Lenin: “Para que un Estado socialista pueda desarrollarse y llegar a la abolición del propio Estado, es necesaria la democracia absoluta”. No se trata de que las empresas sean públicas, sino que pertenezcan al Estado y que estén controladas por los propios trabajadores. La Unión Soviética, al principio, era un país atrasado que entró en una guerra civil, sufrió la Primera Guerra Mundial, y esto dificultó mucho su desarrollo. Pero sí existían procesos democráticos. Por una serie de circunstancias el sistema de este país degeneró. La burocracia se enquistó y hubo dictadores, como en China o Corea del Norte. Realmente no hay democracia, hay represión en estos países. Una de las funciones de la clase trabajadora y la juventud es la participación en la organización, no solo económica, sino política del Estado. No solo votar cada cuatro años, sino poder revocar la elección de un político en el caso de que la gestión de dicho individuo no sea correcta o sea corrupto. Esto es fundamental.

P. ¿Defendéis que hay unos poderes fácticos que controlan la política y la economía?
R. Si, claro. Ya no solo la economía, sino el propio sistema económico. En el capitalismo impera el beneficio sobre el servicio. Las empresas no están controladas por los trabajadores y no surgen para cubrir una necesidad social sino que lo hacen con visión de negocio. Al final unas empresas crecen y otras quiebran.

P. ¿Cómo actuarían los marxistas para impedir que esos poderes fácticos actuaran en los procesos políticos?
R. En el sistema en el que vivimos actualmente los políticos no son trabajadores. No son el pueblo que ha de controlar la economía centralizada y planificada. Es una capa de la sociedad que se ha burocratizado y no responde a los intereses de la clase trabajadora a la que supuestamente representa. Están al servicio del capital. Se está descubriendo con todos los escándalos de corrupción que salen a la luz. La solución es la rotación en los puestos de funcionario del Estado. Cuando le das poder a una persona o a un partido, se aferra a él y se corrompe. Ahora mismo, el Partido Socialista no tiene el poder, pero siguen siendo funcionarios con sus privilegios, gestionando el sistema.

P. ¿La democracia es real?
R. Por supuesto que no. Si adoptas el sistema capitalista tienes que aceptar su lógica y, además, los recortes que vienen impuestos por los mercados. Es una dictadura de los mercados. Marx decía que el Parlamento es otro órgano de gestión de los intereses de los bancos y las empresas. Si se acepta el capitalismo se acepta esta política. Nosotros pensamos que para hacer una transición al socialismo hay que crear un poder que expropiara a los que tienen las ‘palancas de la economía’.

P. ¿Por qué la movilización del nueve de mayo?
R. Para destacar la fecha del nueve de mayo porque es un acontecimiento histórico en el que los padres, madres, profesores y estudiantes se han unido en un frente común para rechazar una ley franquista que nos quiere imponer el ministro de educación. Queremos llamar a todos los estudiantes, profesores y padres para que se unan a esta movilización, porque es fundamental cerrar el curso rechazando esta contrarreforma.

P. La educación es importante. ¿Qué sucederá a corto y largo plazo?
R. Tenemos una serie de derechos conseguidos gracias al esfuerzo de nuestros padres y abuelos y no podemos permitir que se vayan al traste. Este nostálgico del franquismo pretende devolvernos a la escuela de los cincuenta, nos quiere hacinar en las aulas, quiere recortar en profesores, quiere imponer la religión prácticamente y, aunque en Madrid no nos afecte, en Cataluña, en Valencia y en Euskal Herria se les pretenda quitar su lengua materna en las aulas. Todo ello va en detrimento de la educación a corto plazo. Pero a largo plazo, en el momento que un partido gana las elecciones, lo primero que hace es cambiar la ley educativa. Les conviene porque lo que quieren es educar a las nuevas generaciones en sus propias ideas. No lo podemos permitir. Hemos logrado posponer esta ley un curso y vamos a seguir luchando hasta tumbarla por completo.

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