La periodista María José Peláez
Fuenlabrada | José Luis Blanco.- La presentadora de televisión y radio María José Peláez vive intensamente la profesión. Como exasesora política le daría un tirón de orejas a los políticos por la situación actual. Cuando recibe la noticia de despidos y cierres de emisoras se le encoge el corazón, pero piensa que el periodismo es una profesión apasionante. Ha dicho a 'AulaSur', en la Universidad Rey Juan Carlos con motivo del Máster de Radio que imparte, que se siente afortunada por trabajar en lo que le gusta.
Pregunta. ¿Qué va a impartir en el Máster de Radio y qué enfoque le va a dar?
Respuesta. Me toca una de las partes más frívolas, que es unir radio y sociedad, lo que mucha gente llama ‘corazón’, pero que como tal no existe en radio. Procuro darles una visión práctica, haciendo un esquema de los programas en los que he colaborado, como ‘Caliente y frío’, que lleva más de 30 años en antena, en el que participan personajes y protagonistas de la vida social, cultural y de la moda. No se trata de la vida íntima de esas personas. Lo que les aconsejo es que deben tener una cultura, buenas fuentes, contrastar la información y no olvidar que somos periodistas. La opinión, hasta un cierto límite. Hay que dar información.
P. Dan información es lo que pretende en sus dos programas 'Déjate de historias' y 'A toda salud'.
R. En 'Déjate de historias' tratamos de todo menos de economía y política. Desde que estamos un poco saturados, es un programa candidato a que lo oiga mucha gente. ‘A toda salud’ es un espacio sencillo, de consulta médica y que, curiosamente, las personas agradecen mucho por el hecho de que alguien les escucha, que les aconseja. Estoy alejada del ruido actual.
P. Como asesora política, ¿qué piensa de la situación actual?
R. Hace dos años que no trabajo como asesora política, pero durante los años en los que he ejercido, sin pertenecer a un partido político, lo que he observado, y es donde les tiro de las orejas, es que, por un lado (y hablo en general), los políticos quieren estar presentes en los medios. Pero quieren comunicar lo que ellos quieren comunicar, no lo que el pueblo quiere oír. Hay veces que no cuentan las cosas como son y las intentan disfrazar. Por poner un ejemplo, es como si tienes un bizcocho y ellos no quieren servir el bizcocho, sino que le quieren poner chocolate, nata y una guinda. Tal vez lo mejor sea decir: “Señores, tenemos bizcocho. Esto es lo que hay para comer”. Si nos cuentan las cosas como son, nos pueden gustar más o menos, pero las aceptamos. El problema es cuando empiezan a prolongar situaciones, a no afrontar la verdad.
P. Respecto a la polémica sobre los supuestos pagos en negro del PP al director de Libertad Digital, Federico Jiménez Losantos, revelados por 'El País', ¿qué opina?
R. La información publicada en 'El País' era un titular que no correspondía con el cuerpo de la noticia. Se hacía alusión a Jiménez Losantos y luego en el interior no aparecía él. Al día siguiente, lo que aparecía era el nombre de otra persona. Un titular que no está reflejado en el contenido. Yo sé que Jiménez Losantos lo ha negado y que ha dicho que va a emprender acciones legales. Me quedo con una frase que dijo él referida a los 30.000 euros: “Ya nos podían haber pagado más”. Yo, hasta donde conozco a Federico, dudo que sea verdad lo publicado.
P. ¿Cómo concilia trabajo y vida personal?
R. Nuestra profesión es apasionante. Cuando estudié, me dijeron que no eligiera esta carrera porque no había trabajo. Continuamente llegan noticias de expedientes de regulación de empleo y cierre de emisoras. Son compañeros, muy buenos profesionales que pierden su trabajo y, entonces, el corazón se te encoge. No sé qué es lo que pasa en nuestra profesión, pero está claro que está cambiando y tenemos que cambiar, tenemos que leer lo que sucede. Yo he encontrado en Libertad Digital y Es.Radio un sitio donde me dejan trabajar. Somos pocos y trabajamos mucho. Durmiendo menos de lo que yo desearía, porque yo soy muy dormilona. Dicen que las personas inteligentes duermen muy poco, así que creo que me debo estar volviendo inteligente. El cuerpo se adapta y duermes menos. Un esfuerzo que ahora es menos porque te sientes afortunado de estar delante de un micrófono o en una televisión haciendo lo que más te gusta.
P. Gabriel García Márquez dice que el periodismo es la profesión es la más bonita. ¿Está de acuerdo?
R. ¿Qué vamos a decir nosotros? Cuando era pequeña y veía películas americanas, quería ser abogado de causas pobres. Creo que en periodismo somos abogados de causas pobres y de causas ricas. Pero tenemos la oportunidad de conocer en primera persona a los protagonistas de la vida social, de tener información y la presión de cómo contarla. Es muy intenso, es adrenalina a tope. Es difícil encajar eso en una vida familiar. Siempre me ha costado y me cuesta mucho. Es una tarea que te monopoliza. Voy a poner un ejemplo que quien está en esto lo puede entender. Quien no sea periodista dirá qué mala madre. Ha habido veces que me he puesto una nota que decía: “acuérdate de saludar a tus hijos”. Porque a lo largo del día estás inmerso en un montón de cosas y “¿tus hijos dónde están?”, que no les he dicho ni hola. Es un ejemplo de que vivimos muy intensamente la profesión.
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