Juan Diego Guerrero (Onda Cero): “Una democracia sin periodistas no es una democracia”

El periodista de Onda Cero Juan Diego Guerrero
El director de informativos de fin de semana de Onda Cero Radio, Juan Diego Guerrero, piensa que la mejor forma de improvisar es tener un guión. Por ello trata de transmitir a los alumnos del Máster de Radio de la Universidad Rey Juan Carlos los conocimientos adquiridos en su carrera como profesional de la comunicación. Explica que en el momento actual de supervivencia de los medios hay que hacerse fuerte y que cuando desaparece un medio de comunicación es una mala noticia para la democracia.


Pregunta. ¿Cuál es la situación de la radio en la actualidad?
Respuesta. La radio es el mejor medio para la información. Ha sido, es y será siendo el medio de información más inmediato. Desde el punto de vista laboral, la radio, como muchas empresas, está sufriendo unos vaivenes como consecuencia de la crisis económica, es decir, no estamos en el mejor momento laboral. Creo que estamos en una etapa de supervivencia. Tenemos que hacernos fuertes y sobrevivir a estos malos tiempos. Lo que ofrece la radio es una información más fresca y espontánea. Visto desde la inmediatez es un medio insuperable.

P. ¿Prevé algún efecto por la fusión entre COPE y PuntoRadio?
R. Esta fusión, que todavía no está plasmada en la realidad, va a significar la ampliación de las emisoras de la COPE. Como siempre que hay una fusión, habrá una vuelta a la realidad o una reorganización del panorama real de la radio. No creo que haya una gran diferencia. Lo negativo es que desaparece un medio de comunicación y eso siempre es una mala noticia para la democracia. Desaparecen puestos de trabajo, que es lo más doloroso para nosotros. Puede haber una redistribución de la audiencia, pero no será una alteración importante del panorama actual.

P. Con el situación política presente y como jefe de informativos, ¿hay una buena cobertura de los casos de corrupción y, en concreto, el asunto de la familia real?
R. Este caso ha servido para que nos quitemos ese rigor o ‘corset’ que teníamos respecto a hablar de la familia real, que era más tabú de lo que realmente es. Si de algo está sirviendo todo lo que ocurre alrededor de la familia real, con el caso Urdangarín, y todo lo que tiene que ver con la figura del rey, es para humanizar a sus componentes. Cualquiera es susceptible de equivocarse. El año pasado, por primera vez en la historia, el rey pidió perdón públicamente. Ese fue el principio de una nueva era, de una nueva etapa. En cuanto a los casos de corrupción, sería intolerable que los medios de comunicación omitiéramos información al respecto, porque la sociedad demanda que contemos noticias. Todo tiene su lado bueno y su lado malo.

P. Respecto a la corrupción de los políticos, ¿cómo es la cobertura mediática?
R. Lo que ocurre es que, afortunadamente, en nuestro espectro plural, hay distintos medios y, cada uno, evidentemente, ofrece la información que le parece más adecuada. El espectador sabe bien lo que está viendo, pero yo prefiero una democracia en la que haya pluralidad a un sistema político en el que solo hubiera un medio de comunicación. Ahora puedo elegir el medio en el que me informo. En el medio en el que trabajo tratamos de ser honestos y queremos dar toda la información que consideramos relevante. Y estoy convencido de que el resto de periodistas también lo hace.

P. ¿Qué futuro le espera a los periodistas?
R. El inmediato no es excesivamente bueno, porque a pesar de que los sucesivos gobiernos han dicho que cada año iba a ser el año que íbamos a salir de la crisis, nunca terminamos de salir de ella. En el momento que haya más trabajo el futuro para los periodistas será mejor, porque entiendo que una democracia sin periodistas no es una democracia. Aspiro a que sorteemos este bache, bastante profundo por cierto, y podamos asomar la cabeza. Pero debemos mantener la esperanza de que saldremos adelante.

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