URJC Sin Fronteras | Rocío Valencia: "No tengáis miedo a emigrar"

Rocío Valencia en Plochingen

Vicálvaro | Cristina San Juan.- Rocío Valencia estudió Enfermería en el Campus de Alcorcón de la Universidad Rey Juan Carlos. Actualmente ejerce en Sttugart, Alemania. Valencia reconoce que echa de menos la comida y a su familia pero que emigrar es una experiencia maravillosa y totalmente recomendable.

Pregunta. ¿Dónde vive  y por qué?

Uniforme de enfermera alemana

Respuesta. Actualmente estoy en Plochingen, un pueblito que queda al sur del centro de Stuttgart. Vivo aquí porque, por así decirlo, la empresa de contratación que escogí para emigrar me 'destinó' a Stuttgart. Vivo en el pueblo de Plochinguen porque está a cuatro paradas de S-Bahn —lo que aquí equivaldría a Cercanías Renfe— del pueblo donde trabajo, que se llama Kirchheim.

P. ¿Le gusta?
R. La ciudad es bonita, sobre todo en verano, ya que es una ciudad muy verde. Se dice de Stuttgart que es la entrada a la conocida Selva Negra, pero preferiría vivir en una ciudad más grande como Berlín, y con mejor conexión aérea, ya que cada vez que quiero volver a Madrid tengo que coger un vuelo con escala.

P. ¿Echa de menos la Universidad Rey Juan Carlos?
R. Echo muchísimo de menos la URJC. A pesar de que durante la carrera estábamos todos bastante agobiados entre clases, prácticas, exámenes y trabajos. Echo de menos todo, mis compañeros e incluso a algunos profesores y las clases que impartían.

P. ¿Qué añora de Madrid?
R. Todo: la ciudad en sí, pasear por sus calles, el ambiente, la gente y, sobre todo, como cabe esperar, a mi familia, amigos y algo muy importante que se nota cuando comienzas la rutina: La comida. ¡Cómo echo de menos unas simples croquetillas de bar, unos pimientos del padrón o incluso un buen guiso de esos que me hace mi abuela!

P. ¿Qué consejo les daría a los universitarios españoles?
R. Gente, no tengáis miedo a emigrar, es una experiencia maravillosa y totalmente recomendable. Y el idioma es lo de menos, cada día que pasa una aprende más y sin darse cuenta, uno mantiene una conversación del día a día con algún compañero de trabajo sin darse cuenta. ¡No tengáis miedo!