Rubén Fuentes, Juancarleño en Moscú
Vicálvaro | Cristina San Juan.- Rubén Fuentes es alumno del último año de la doble licenciatura Periodismo y Derecho de la Universidad Rey Juan Carlos. Actualmente y desde hace ocho meses vive en Moscú gracias a una beca Munde. Cree que la sensación de vivir en un país como Rusia no se puede explicar y en realidad hay que estar allí para poder sentirla . Pregunta. ¿Qué le llevo a irse a Moscú?
Respuesta. Estoy viviendo aquí gracias a una beca Munde de la URJC. Tenía ganas de poder vivir un año fuera de España y lejos de la rutina, aunque nunca imaginé que Rusia sería mi destino.
P. Una vez en Moscú, ¿le gusta ?
R. Parece una pregunta fácil, pero en este caso la respuesta es bastante complicada. Cuando llegué a Rusia, lo primero que quería hacer era volverme a Madrid. Sin embargo, una vez que te vas adentrando en la cultura rusa y te adaptas a la gente y a su carácter, se lleva bastante bien.
P. ¿Cómo definiría su experiencia en Moscú?
R. Hay días que te encanta y otros días que no quieres ni salir de casa. A este último punto el clima también ayuda, ya que después de más de seis meses de invierno, nieve y temperaturas bajo cero, es complicado seguir sonriendo cuando sales a la calle. Cosas como ésta son las que te hacen entender un poco el carácter de la gente rusa, que en general no destacan por su simpatía y amabilidad, y es probablemente lo que más se sufre al llegar a Moscú, especialmente sin saber ni una palabra de ruso más allá de "no hablo ruso", que es imprescindible.
P. ¿Se quedaría a vivir allí?
R. Una vez que puedes defenderte un poco con el idioma y vas conociendo a la gente, todo es muy diferente a los primeros días. Es una ciudad para disfrutar, tanto en invierno como en verano, con mucho que hacer y mucho que ver. Sin embargo, a largo plazo no me veo viviendo aquí, quizá por la gran diferencia que hay entre un país como España y uno como Rusia. En mi opinión personal, no termina de estar abierto a los extranjeros a pesar de la inmensa inmigración que tiene de todas partes del mundo. Por ejemplo, sólo en mi universidad podemos ver a gente de más de 140 nacionalidades diferentes. En definitiva, no me arrepiento nada de haber venido aquí y estoy disfrutando de la experiencia. A pesar de las complicaciones, lo recomiendo.
P. ¿Echa de menos la URJC?
R. Con toda sinceridad, no echo de menos la URJC. Al menos lo que a la parte académica se refiere. A pesar de que el sistema educativo ruso no destaque por ser uno de los mejores del mundo, considero que en el tiempo que llevo aquí he aprendido más y mejor que en los cinco años anteriores de carrera, salvo algunas excepciones. Puede que sea el conjunto de la experiencia lo que me haga valorarlo de esta manera, pero he de decir que en muchos aspectos la forma que tienen de enseñar y de trabajar aquí es más práctica y quizá más motivadora que en las clases de la URJC, a las que creo que les hace falta menos teoría y más enfoque de cara a un futuro real.
P. ¿Nota la influencia del régimen comunista en la educación?
R. Aquí tanto la universidad como la residencia son de la época comunista soviética y se nota mucho en el día a día y en la disponibilidad y utilización de estas instalaciones. A pesar del paso del tiempo, la URSS sigue estando presente en el día a día de Moscú.
P. ¿Qué echa de menos de Madrid?
R. De Madrid echo de menos, por encima de todo, a la gente. Rusia no es un país amigable, sobre todo al principio, y el apoyo de la gente es lo que más necesitas y lo que más se echa de menos siempre. Aparte de esto, y tras más de medio año de nevadas, algo que también echo de menos es el clima, ya que sin ir más lejos la primavera en Rusia empezó el día 1 de marzo y seguimos a -15 grados a día de hoy. Aparte de estos dos factores y de las diferencias entre ambos países, la vida en Rusia no se lleva tan mal, sólo hay que acostumbrarse e intentar saber llevar el día a día.
Спасибо большое! До свидания! ¡Muchas gracias y adiós!
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