Begoña Soto: "Sacar las clases a la calle es original porque estamos ante un inflación de manifestaciones"

Foto: la uni en la calle
Fuenlabrada | Marta Yébenes.- La portavoz de la coordinadora La URJC en la Calle, la profesora de Comunicación Begoña Soto Vázquez, asegura que llevar las clases a espacios públicos es una iniciativa original  porque la labor de los docentes e investigadores universitarios sale de las aulas para luchar contra el “desprestigio” y la idea de que “no sirve para nada”. En el movimiento La Uni en la Calle participarán las universidades públicas de Madrid, junto con la UNED y el CSIC. Las protestas se estan previstas para este sábado 9 de marzo en el centro de la capital y en el caso de la URJC las clases saldrán a la calle en Fuenlabrada y Móstoles para implicar a la sociedad en defensa de la universidad pública.

Pregunta. ¿En qué consiste el movimiento La Uni en la Calle?
Respuesta. La Uni en la Calle es una iniciativa que se pone en marcha por la Universidad Complutense de Madrid para salir a dar clases a la calle con el objetivo fundamental de sacar la labor docente e investigadora a un espacio público para reivindicar la utilidad de la educación superior pública. A raíz del éxito de convocatoria que tuvo ‘la complu en la calle’ en noviembre, se empezó a plantear en enero una acción conjunta con todas las universidades públicas de Madrid.

P. ¿Por qué un sábado, el 9 de marzo?
R. Al ser una acción que se prevé conjunta y masiva, se pueden dar conflictos de tipo laboral para compaginar las clases entre semana con la iniciativa. Aparte de que nos parecía mucho más útil hacerla en sábado para que pudieran acudir más profesores. No quiere decir que el docente saque su clase a la calle sino que se planifique una clase en un espacio público. Evidentemente, que hay que intentar que los alumnos vayan y participen, pero que también participe la gente de la calle y que se cree un foro público.

P. ¿Cuánta participación se espera de la URJC?
R. Información ha pedido mucha gente. Los profesores que estamos coordinando nos planteamos como previsible contar con unos 20 profesores de toda la URJC. El problema es algo más que información porque a cada docente se le pide que rellene una ficha mínima donde deje claro el título de la clase o lo que va a hacer si no es una clase. Con el compromiso y la ficha tenemos a poca gente de momento.
En esta universidad no existe el poder de convocatoria y asociación que hay en otras. Aquí se habla mucho de que el profesorado no se implica en reivindicaciones porque no es fijo y por miedo a  represalias. Esta iniciativa no debe ser interpretada así porque es una protesta conjunta. La información no circula como en otras universidades.

P. ¿Qué repercusión puede llegar a tener esta reivindicación?
R. Este movimiento de La Uni en la Calle tiene dos ventajas fundamentales frente a otras movilizaciones. Primero, que es una acción conjunta. En todas las reuniones o asambleas en las que he participado en esta universidad y en otras a la conclusión que se llegaba era que somos muy pocos pero si nos juntábamos otros pocos podríamos hacemos algo. Lo importante es que por primera vez es una acción conjunta de todas las universidades públicas de Madrid. Por ello, no se busca tanto que tenga una repercusión sino que el objetivo está cumplido por ser una acción conjunta.

P. ¿Y la segunda ventaja?
R. Tiene originalidad, en el sentido de que la labor de los docentes e investigadores universitarios sale del campus y de las aulas y le enseña a la ciudadanía su labor para luchar con ese desprestigio y la idea de que no sirven para nada.

P ¿Salir a la calle a dar las clases es la opción más acertada?
R. A mí me parece original y acertada. Primero, porque quizá estamos ante una inflación de manifestaciones y porque sacar las clases a la calle es algo original. Hay profesores y gente que está con las becas postdoctorales que va a sacar su investigación. No se trata dar de una clase de dos horas y media en la plaza de la Constitución de Fuenlabrada, se trata de buscarse a cinco alumnos que te apoyen para hacer esto más participativo. Lo bueno es sacar a la calle nuestro trabajo siendo nosotros mismos los primeros que pensamos que es útil y podemos enseñárselo a la gente.

P. ¿Cómo se intenta que los alumnos participen?
R. Nuestro primer objetivo es buscar profesores y que éstos motiven a sus alumnos. En la medida en que tengamos profesores intentaremos convencer a alumnos. Nos hemos puesto en contacto con delegados. Intentamos que los profesores, participen o no, lo digan en sus clases. Pero también depende de donde viva el alumno va a venir o no.

P. Después del 9 de marzo, ¿se hará algo más?
R. La Uni en la Calle es un planteamiento a largo plazo con acciones puntuales que se irán viendo. Una acción puntual fue ‘La Complu en la calle’ y, ante el éxito, se hace La Uni en la Calle de todas las universidades de Madrid, a lo que se están uniendo otras comunidades autónomas. Se intenta que sea un movimiento a nivel nacional y de continuidad con acciones puntuales. Ésta es el sábado 9. Todos salimos a dar clase. La siguiente ya se verá.

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